
El rendimiento escolar de los niños y adolescentes es uno de las grandes preocupaciones de los niños, adolescentes, padres, profesores y sociedad en general. La palabra rendimiento escolar o académico hace referencia a la evaluación del conocimiento adquirido por una persona durante su etapa escolar, universitaria o cualquier proceso formativo.
Conocemos que España es uno de los países con una de las tasas más elevadas de abandono escolar (22,7%) y de las más bajas calificaciones a nivel académico. Según el último Informe Pisa (Programme for International Student Assessment) del 2012, que realiza pruebas a estudiantes de 15 años de 63 países repartidos por todo el mundo, España debería obtener mejores resultados de los que obtiene en las materias evaluadas.
Algunos de los factores que pueden influir en el rendimiento escolar son:
- La subjetividad del docente y evaluador, tanto en su tarea educadora cómo en la evaluación de los logros conseguidos por el alumno (muchas veces se trata de la misma persona).
- Los propios sistemas educativos de cada país o incluso cada región: la normativa que determina el proceso de la educación. En España hoy en día funciona de una forma un tanto rígida y poco flexible, impidiendo adaptar la enseñanza a las necesidades individuales y capacidad de aprendizaje de cada alumno.
- El ambiente psicosocial del alumno. Las malas relaciones familiares, el entorno conflictivo y la falta de motivación del alumno dificultan la comprensión de los conocimientos y repercuten en el rendimiento académico. Parece que el menor nivel socioeconómico y la inmigración se asocian con peores resultados. También se ha constatado que en los últimos años de crisis y paro en España se ha reducido el abandono escolar de los adolescentes. Parece que al haber más paro la gente estudia más.
- Los hábitos de estudio saludable adquiridos por el alumno y promovidos por los padres y profesores. La perseverancia está claramente relacionada con el aprendizaje del alumno, incluso aunque se parta de condiciones sociales desfavorables. Así el que reparte la tarea y estudia cada día, obtiene por lo general mejor rendimiento que el que estudia muchas horas justo el día antes del examen.
- Problemas psicológicos del alumno: estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima, trastorno de déficit de atención con hiperactividad, etc. Todos ellos mejorables con una detección precoz y un adecuado abordaje médico y conductual.
- Factores genéticos: parece que la inteligencia tiene una base en lo heredado. Pero esto solo explica un muy bajo porcentaje de resultados negativos. Hay factores de mayor peso como la dedicación, motivación y los hábitos de estudio, que influyen en los resultados positivos.
Por ello, por favor es importante no agobiarse. Es cierto que el buen rendimiento académico de los estudiantes facilita el acceso a una universidad, a lograr un puesto de trabajo o a una mejora laboral. Pero también sabemos que el buen rendimiento académico no es el único camino para ser felices y asegurar el futuro. Nuestra mente es compleja y la evaluación del rendimiento académico sólo supone analizar la parte superficial de la misma. Hay grandes personas a lo largo de la historia universal de los que se ha dudado de su capacidad intelectual (Albert Einstein, Isaac Newton, etc). La creatividad y el esfuerzo pueden ser grandes aliados en la dura tarea de labraros un buen futuro.
“Si no persigues lo que quieres, nunca lo tendrás” Nora Roberts.
- Informe PISA 2012 (descargable en pdf)
- Presentación del Informe PISA 2012 (resumen descargable en pdf)
- Marta E Vázquez Fernández. Pediatra. Centro de Salud “Arturo Eyries“. Valladolid