
El año 2020 será recordado siempre por la pandemia de COVID-19 y por el gran impacto sanitario y social que ha ocasionado.
Han fallecido miles las personas por efecto, directo o indirecto, de la infección por el nuevo coronavirus. Y son muchos más los afectados por la pérdida del trabajo o el empeoramiento de las condiciones de vida. También los centros educativos se han visto afectados, por el cierre de centros, por el uso de formas de educación a distancia y por la necesidad de mantener la distancia social que reduce la interacción del niño con sus iguales y el resto de la comunidad educativa.
Son muchas las esperanzas puestas en las vacunas contra el COVID-19. A día de hoy (enero de 2021) aún es pronto para saber si la vacuna podrá cambiar el devenir de la pandemia. Lo que sí sabemos ya, es que deberemos seguir con las medidas de control actuales durante los próximos meses: distancia social, mascarillas, lavado de manos, higiene respiratoria con los síntomas catarrales, etc.
En diciembre de 2020 se ha aprobado una de las vacunas del COVID-19 (Comirnaty). El Ministerio de Sanidad junto con las CC.AA. y las autoridades europeas han puesto en marcha un complejo programa de vacunación dirigido a una parte grande de la población. Este mes de enero es probable que se apruebe otra de las vacunas.
La investigación durante la pandemia
Se ha desplegado una gran actividad de investigación científica en todo el mundo desde la aparición del nuevo coronavirus el último día del año del 2019 y la declaración de la pandemia de COVID-19 por la OMS el 11 de marzo de 2020. Los gobiernos, otras organizaciones (como la OMS) y diversas entidades sociales han dedicado millones de euros. En todo el mundo, cientos de equipos de investigación públicos y privados se han centrado en conocer el origen de la enfermedad, sus consecuencias, su tratamiento y su prevención.
Hay que destacar dos aspectos: la colaboración y solidaridad de los equipos de investigación de distintas procedencias que han difundido y compartido sus avances; y la rapidez e impresionantes avances científicos conseguidos en solo unos meses. La siguiente imagen resume la investigación de vacunas COVID-19 a lo largo de 2020:
¿Cuántas vacunas del COVID-19 hay?
Con fecha del 8 de diciembre de 2020, la OMS informaba que están en investigación un total de 214 productos candidatos a vacuna, de estos 52 ya se encuentran en fases de investigación clínica en miles de personas, y 13 ya están en la última fase de investigación (fase 3) previa a la posible autorización final, cuando demuestran ser eficaces y seguras.
Estas extraordinarias cifras dan idea del interés y la necesidad de contar con vacunas eficaces contra el COVID-19.
¿Cómo se autorizan las vacunas del COVID-19?
En la Unión Europea es la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, en sus siglas en inglés). Su sede está en Amsterdam y depende de la Comisión Europea. Es un ente público y se encarga de evaluar las vacunas propuestas por la industria farmacéutica, y si procede su aprobación. Una vez salvado este paso, cada país de la Unión Europea podrá usarla en su territorio.
La EMA ya está recibiendo desde hace semanas la información detallada del curso de la investigación. Cuando estima que cuenta con toda la información necesaria concluye su evaluación y toma una decisión. La EMAsolo autorizará vacunas que hayan demostrado un nivel de seguridad muy amplio, como con las otras vacunas.
Antes de empezar a usar de forma pública las nuevas vacunas del COVID-19 se han puesto a bastantes decenas de miles de personas. Así se cuenta con una gran experiencia con ellas. Y como se hace siempre, tras su uso de forma masiva, se mantiene la vigilancia de posibles efectos adversos de baja frecuencia que puedan surgir.
¿Qué tipo de vacunas se están desarrollando?
Hay de varias clases:
1.- Vacunas inactivadas, al modo de otras vacunas clásicas: el virus se inactiva (mata) con métodos físicos (calor) o químicos. Son métodos muy conocidos desde hace decenas de años y son muy seguros.
2.- Vacunas con proteínas recombinantes: tienen un componente de la superficie del virus obtenido a partir de técnicas de recombinación genética. Son muy eficaces y seguras. No contienen el virus, no pueden provocar la infección. Por ejemplo la vacuna de la hepatitis B
3. Vacunas con vectores virales: hay poca experiencia con estas vacunas, pero ya hay algunas que se usan como por ejemplo la del ébola. Se inyectan virus que no se pueden multiplicar ni infectar pero que llevan en sus genes las instrucciones para presentar en su superficie los antígenos del virus. Son seguras y se presumen también eficaces.
3.- Vacunas con ácidos nucleicos (ADN y ARN): es una tecnología muy novedosa, que aún no ha sido usada en ninguna vacuna pero que lleva años de investigación. En una minúscula partícula lipídica se introduce el ARN que hace que las células de la persona vacunada fabriquen el antígeno del virus a combatir, lo que despierta una reacción inmune que finalmente prepara al vacunado para arrinconar y destruir al virus. Tienen el potencial de constituir una revolución en el mundo de las vacunas, por su capacidad para adaptarse a necesidades de posibles próximas pandemias.
Las primeras vacunas que se han autorizado corresponden a la tecnología del ARN (ácido ribonucleico, componente del genoma de todos los seres vivos). Son estas:
Vacuna BTN162b2 (Comirnaty de nombre comercial) de las empresas BioNTech (Mainz, Alemania) y Pfizer (EE. UU.): autorizada por la EMA el 21 de diciembre de 2020. La campaña de vacunación en España se inició el 27 de diciembre de 2020.
Vacuna mRNA-1273 (nombre comercial y autorización por la EMA pendientes) de la empresa Moderna y el National Institutes of Health (NIH) estadounidense (EE. UU.): es probable que este mes de enero la EMA emita el informe previo a la autorización.
Son vacunas que se administrarán en dos dosis, con 3-4 semanas entre ellas. Primero se pondrán a las personas mayores de 16-18 años con más riesgo de infectarse y enfermar de COVID-19.
El Ministerio de Sanidad ha establecido el plan de priorización de la población en función de la disponibilidad de vacunas. Los primeros en vacunarse son las personas más vulnerables. Entre estos, están los profesionales de los centros sanitarios y sociosanitarios y las personas que residen en centros sociosanitarios por su edad o condición de dependencia.
La vacunación contra el COVID-19 debe llegar a todos los rincones del mundo. España participa, en el seno de la Unión Europea, en la iniciativa COVAX que pretende llevar la vacuna a los países con menos recursos. Esto es una muestra de la necesidad de solidaridad internacional como forma de convivencia.
¿Lo sabemos todo de estas vacunas?
No. Se necesita tiempo y experiencia para saber si son efectivas en la población. Quedan preguntas sin responder: duración de la protección, si necesita dosis de refuerzo, si previene las formas graves de enfermedad, si funcionan bien en todas las edades…
Pero hay que confiar en la ciencia. Se tendrán la respuesta a todas estas preguntas con el tiempo y los recursos adecuados.
¡Recuerde!
Solo saldremos adelante, si nadie se queda atrás.
Hay que seguir las instrucciones de las autoridades sanitarias y de la ciencia para ayudar a salir de la pandemia. Así se reduce la circulación del virus.
Las vacunas contra el COVID-19 que se están utilizando son muy seguras. Pues de otra forma no serían autorizadas.
Todos los que necesitan vacunarse tendrán acceso a las vacunas de forma gratuita.
- Ángel Hernández Merino. Pediatra jubilado. Vocal del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. Alcorcón (Madrid)
- Comité Asesor de Vacunas de la AEP. Asociación Española de Pediatría.